decís, es mío. Defendes con uñas y dientes lo tuyo, tu juguete, tu lugar, tu novia, pero siempre aparece alguien que viene a
disputartelo. Puede ser una persona o incluso el recuerdo de otra persona, donde había dos
ahora hay tres, y ya estás en una competencia. La competencia tiene mala prensa, creemos
que ser competitivo es un defecto, nunca una virtud, ¿Pero no es cuándo no tenemos competencia cuando dejamos de crecer?. El problema de la competencia, creo yo, es la falsa creencia de que para que alguien gane, otro tiene que perder, para que alguien exista, otro tiene que desaparecer.
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